agua selenita
Ayer viajé a la Luna por el agua que te gusta. Me dijeron en todos los mercados que ahora su venta es prohibida a extranjeros, que solo la pueden comprar los selenitas. Sin embargo, hubo un selenita que me prometió una botella. Una sola, por un precio que casi no puedo.
Mañana es tu cumpleaños y me iré a buscarla. Quizás sea mi ultimo viaje, cariño. Poco a poco se van acabando nuestros intereses fuera de Marte.
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